VII edición del Racing Legends.
marzo 3, 2020Primer fin de semana de carreras en el Ricardo Tormo, como ya es costumbre los motores clásicos abren el calendario de eventos.
Los viejos rockeros volvían a subir al escenario, una nueva cita para aquellos vehículos denominados clásicos y que a muchos siguen enamorando pese al tiempo. Como ya es una costumbre, el trazado valenciano alberga una fiesta del mundo vintage, un fin de semana con actividades para todos los públicos. Desde los más pequeños a los no tanto, sólo para aquellos que disfrutan del olor a aceite quemado por los motores de 2 tiempos.
Este año en su VII edición, el circuito cambio un tanto las actividades en el paddock, donde había una gran carpa con tiendas de merchadising y recambios para los vehículos clásicos, había un mercado medieval. Engalanados en toda regla y buscando dar un enfoque más familiar. El piloto invitado era Kork Ballington, piloto sudafricano que tiene 4 títulos mundiales.
Dentro de la fiesta preparada tanto para él, como para el publico que allí se concentró, el ambiente fue distendido. El fuerte viento de poniente era muy molesto, lo que hizo que algún aficionado se lo pensase antes de ir. A los que decidieron ir, tuvieron que soportarlo durante todo el fin de semana. No sólo molestaba al público, a los vehículos también. Sobretodo las motos, dando lugar a varias caídas que dejaban el panorama desconsolado para sus dueños. Ver como saltan trozos de tú moto no es agradable, más cuando son marcas que ya no trabajan y cuesta mucho encontrar piezas.
Entrando en temas de pista, siempre es una gozada ver éstas joyas dando vueltas. Llenando la salida desde el pitlane de humo, ese humo con el olor que a más de uno nos gusta, ese que sabes que echas de menos. Hubo tandas mezcladas tanto de coches como de motos. Carreras de ambos a nivel nacional, aunque los participantes no eran muchos en alguna categoría, la participación fue buena.
Desde mi visión, no fue un fin de semana complicado, sólo una caída con consecuencias para el hombro del piloto, tras gripar la moto a final de recta, la caída es más dura de lo normal. Uno de los peligros de esos motores. Muchas llegaban hasta la bionda que hay en la curva Aspar del circuito, la primera. Una mañana muy movida la del domingo, ya que hubo muchos abandonos entre los vehículos de todas las categorías. Como también es habitual, los boxes estaban abiertos desde el paddock para acercar las motos. Del modo que cualquier aficionado podía verlas, fotografiarse y tener ese recuerdo de verlas una vez más en pista.
La próxima edición estará ya en marcha para que vuelva a abrir las carreras del circuito de Cheste. Una cita donde pasar un buen fin de semana mientras ” nuestros mayores” corren es un buen atractivo.
@pelut66
Fotos: Julio Romaguera.
