Hasta luego Charlie, gracias por todo.

Hasta luego Charlie, gracias por todo.

marzo 14, 2019 0 Por Daniel Romaguera

Hoy a punto de que todo empiece a rodar se conocía la muerte del director de carrera de la Fórmula 1, un golpe para muchos.

Charlie Whiting.

Está mañana saltaba la noticia, mientras movía mí café con leche de todas las mañanas, de repente he soltado la cuchara al leer la triste noticia para mí. Se iba Charlie Whiting de éste mundo. Un hombre que ha dedicado su vida a la Fórmula 1, y que su adiós ha sido tan inesperado que al igual que mí cuchara, aunque haya sido por 2 segundos todo se ha parado. Ha sido una embolia pulmonar, pudiese haber sido cualquier cosa, la jarra de agua fría a nada de que arranque el mundial en Melbourne no ha dejado indiferente a nadie. Era y será etiquetado por sus acciones, más últimamente tras la muerte de Jules Bianchi en Suzuka, incluso a veces también he pensado en mí interior lo mismo que muchos le tildaban de miedoso cuando la meteorología no era la adecuada. Eso de: “joer Charlie, suélta los coches ya que son profesionales…”

Todo estaba revisado por el propio Charlie.

Puede que sí, que haya sido mas reservado según pasan los años y pierdes a pilotos bajo tú mandato como director de carrera, pero después hay que vivirlo. Conoces a esos pilotos, son como tus primos pequeños, su labor es que todo vaya bien y para ello ha pasado muchas horas con ellos. Muchas mañanas de briefing recalcando una y otra vez lo que hay que hacer y cómo comportarse, eso bajo la atenta mirada de todos nosotros. Desde Bernie Ecclestone, pasando por jefes de equipo, pilotos y aficionados. Todos podíamos criticar su trabajo, para bien o para mal, y sé que no es plato de gusto. Hay que valer para soportar tanta tensión, tanta presión por parte de todos, que la hay. No sabremos nunca que exigencias habrá tragado o soportado, de ahí que muchas veces no entendamos las decisiones, se de buena tinta que eso sucede en otros campeonatos, así que no me quiero imaginar lo que habrá aguantado.

Cargando el Toro Rosso, mientras Whiting controlaba todo.

Todo pasaba por sus manos, tenía que saberlo todo de todos. Era el jefazo entre nosotros, respetado, temido, pero cuando bajaba del coche en una inspección de pista, enseguida te entraba el tembleque. Todos corrían para satisfacer si algo debía moverse o cambiarse. Sentías esa barrera de saber que estaba ahí y tenía que salir todo perfecto, que te está observando siempre. Lo pude comprobar el año pasado tras el accidente de Brendon Hartley en la curva 9 donde estoy en el Circuit de Montmeló, al minuto de sacar la bandera roja lo teníamos allí entre nosotros con su teléfono en mano haciendo fotos a todo, como lo cargamos el Toro Rosso al camión, como quedaron las barreras Tech Pro después del impacto del monoplaza. Ahí notabas ese lado suyo de la responsabilidad, que todo funcionase a la perfección. También tengo recuerdos de momentos más agradables con él, en cada Gran Premio desde que se implantó el sistema de banderas luminosas en la Fórmula 1, todos los años los comisarios encargados de la botonera realizaban un briefing con él. Me tocó un año en el Valencia Street Circuit, y pese a ser un repaso de lo que ya sabíamos, se le veía más cercano en el cara a cara. Recuerdo que eran charlas más distendidas y podías ver un carácter afable con nosotros, en todo momento nos aconsejaba y convencía que iba a salir bien.

 

Hasta la última pieza, todo bien supervisado.

Se va hacer raro, y un tanto dramático éste arranque de mundial, sin verle controlando todo éste tinglado llamado Fórmula 1, darle las gracias y que sepa que pese a todo se le va a echar de menos, creo que más pronto que tarde, sabía y entendía cómo iba el negocio. Estuvo en él 30 años, de los cuáles 20 como director de carrera. Un ejemplo a seguir, dedicando su vida al negocio en el que se había transformado la Fórmula 1. Descansa en paz Charlie.

 

@pelut66

 

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