Jeep Grand Cherokee 2.7 CRD. Qué gustirrinín da llevar batín.

Jeep Grand Cherokee 2.7 CRD. Qué gustirrinín da llevar batín.

diciembre 9, 2014 4 Por Jorge Méndez

Vienen las lluvias y con ello las chocolatadas en caminos y pistas, así que, qué mejor que poner a prueba un 4×4 para nuestra sección. En esta ocasión probamos el Jeep Grand Cherokee 2.7 CRD del año 2002 con 170.000 km.

Jeep-Grand-Cherokee-2.7-CRD-Laredo

Jeep-Grand-Cherokee-2.7-CRD-Laredo

Este coche tiene tantos amantes, como enemigos. Desde su antecesor con motor de culatines (castaña absoluta y ojo al comprar esos de segunda mano), pasando por los 3.1 TD hasta llegar Merecedes con su motor CRD y poner un poco de cordura al asunto, este 4×4 yankee nos aporta un poco de todo. Hasta averías comunes, que dentro de lo malo, nos viene bien conocer para así echar números en futuras reparaciones.

COMPORTAMIENTO

Su comportamiento en carretera es algo ruidoso, gastón y torpón (Aunque algunos probadores y expertos dicen que tiene un aplomo bárbaro. Extremos equivocados). Entra en las curvas con apoyos no especialmente consistentes debido a sus ligeros balanceos provocados por la suspensión blanda pensada para campo, medias (aconsejables) de no más de 140km/h y consumos sobre los 11 litros en carretera. En ciudad, obviamente, algo más. Hacen de él un coche perfecto para ir a buscar a tus hijos al fútbol y que los padres de los otro niños vean que tienes pasta por llevar un Jeep Grand Cherokee. Éste, junto a la Grand Voyager se han afianzado en el mercado pijo-clásico para crear ese look “potentón” y de marca. Lo bueno de este motor es que, cargado hasta arriba, familia, maletero y un Thüle va como si fuera vacío su 2.7 de 163 cv tiran bien y el cambio automático trabaja con comodidad sin ser demasiado brusco (primo hermano de los clase E y ML CDI) , para ser un 4×4 en esencia con una evolución del sistema Quadra Trac al Quadra Drive, este último conectable. Posteriormente se han ido refinando mucho más. En condiciones normales, la caja de transferencia Quadra-Trac II envía casi la totalidad de la tracción a las ruedas traseras. En el momento en el que éstas pierden adherencia, un embrague multidisco conecta las ruedas delanteras. El sistema distribuye la fuerza de forma tan rápida y suave que el conductor no percibe en el interior su funcionamiento, pero sí la eficacia en motricidad.

Aunque digan que el Jeed Grand Cherokee 2.7 CRD es una buena opción para carretera, desde nuestra revista aconsejamos que no sea así. Si queréis esta opción de coche es para aprovechar sus dotes de campo. Ya de serie (cambiando las ruedas por unas off road) va de maravilla y ya si quieres prepararlo, es un coche que permite muchas customizaciones. Lo ideal es tenerlo como segundo coche para aprovechar con la familia el fin de semana y sacarlo por carreteras secundarias y salidas al campo y pistas. Quizá en trialeras sin modificar, no es el candidato perfecto, pero en pistas, barro y desniveles… Como pez en el agua.

Jeep Grand Cherokee

Cherokee 2.7 suspension

INTERIOR

Bueno, no hay mucho que decir. Americano, con lo que eso conlleva. Mandos y colores heredados, plásticos por todas partes y sobrio en detalles. Eso sí, unos asientos en los que solo te falta una copa de Brandy, un batín y una chimenea. Son asientos pensados para hacer millas y millas en carreteras yankees e ir cómodo, porque si no, no le encuentro sentido alguno a esos sofás. Igualmente en su hermana la Grand Voyager de la misma época.

overland_int2

Cherokee Interior

Gran espacio delantero y trasero con un maletero muy, muy amplio que te permitirá meter todo lo que tengas en mente. No tendrás ningún problema. Incluso una bicicleta sin desmontar metida en diagonal y tumbada. Los asientos son abatibles modulares, así que, si por un casual queda corto el maletero o deseas introducir carga de gran altura, los asientos te lo pondrán fácil.

EXTERIOR

Recibe un cambio  frente su antecesor. Se empiezan a utilizar lineas más redondeadas, tanto en los perfiles como en el frontal y ópticas. Desde su antecesor la evolución es notable, tanto, que a día de hoy parece y da imagen de no estar tan sumamente anticuado, de hecho esta versión recibe su nacimiento en el año 97-98 y hasta 2004 aproximadamente sigue la misma línea (con pequeñas modificaciones) que hacen que su envejecimiento no sea tan duro. Posterior a esta caja hay “solamente” 3 más.

Jeep GRand Cherokee 2

Cherokee probando la traccion

OPINIÓN DE CAR and GAS

Cómo decíamos al comienzo del artículo. Un coche que en su día era noble, aburguesado y que te pide conducirlo con un batín y una pipa. Confort en la conducción pero no necesariamente en la marcha. Pensado 80% para el campo, aunque nos hayamos empeñado en comprarlo para ir a buscar a los niños al colegio.

Creo que aún falta mucho por mentalizar a los compradores de 4×4, que esos número no significan 16. Si no, algo más. Pero cada cual usa el coche para lo que considera necesario. En este caso, nuestro consejo es:

JEEP GRAND CHEROKEE = CAMPO

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

 

 

Sobre Jorge Méndez

Jorge Méndez ha escrito 171 post .

CEO y fundador de @carandgas