Lograr la cumbre.

Lograr la cumbre.

enero 18, 2019 0 Por Daniel Romaguera

Muchos serían los adjetivos para describir el Dakar completado por Javi Vega, tantos que nos dormiríamos leyendo ésto.

Pasando las últimas dunas.

 

No es para menos, un buen wheelie para celebrar que por fin nuestro amigo Javi Vega pudo terminar de pasar la última duna de su primer Dakar. A buen seguro que quisiera haberlo hecho con su pareja, pero como sabéis Sara tuvo que abandonar, un verbo que no gusta mucho a los pilotos, pero que a veces es irremediable. Le hemos visto de todo, a los largo de estos días hemos ido contando cómo les iba en un desierto traicionero, que escondía más trampas de las que se preveían. Pero sus emociones ayer quedaron palpables, se le escaparon esas lágrimas de emoción, esa mezcla de rarezas en la mente de una persona que ha cumplido uno de los objetivos que tenía en mente, no todos, pero si uno de ellos.

 

Javi al término de la etapa, antes de salir hacía Lima.

Javi ha sido vencedor en ésta participación del Dakar 2019, otra cosa es que no haya acabado primero con su Yamaha, pero el mero hecho de terminar lo que otros no pudieron es muy reconfortante. El año que viene lo intentará de nuevo, dicen que ésta carrera engancha, que se convierte en parte de tu vida por culpa de los momentos vividos. Esa mezcla de todo es la que te vuelve a llevar a intentar buscar otra vez ese reto. Una vez pasen unos días y haya vuelto a casa sabrá lo que ha hecho, digerir todo esto y crecer como persona es una de las cosas más bonitas que he podido leer a otros pilotos que han acabado o ganado un Dakar, así que orgulloso debe ser uno de los principales adjetivos.

Una de las fotos más impactantes.

 

Por otro lado y viendo como ha sido éste año el Dakar, una edición que tuvo las dudas de que si podría o no disputarse, ha sido uno de los más duros en cuando a exigencia físicas. La cantidad de dunas al estar todas las etapas en Perú, han ido eliminando pilotos, dejando imágenes difíciles de ver, como volcar camiones al tiempo que subían esas dunas traicioneras, más blandas y que por su color más blanca comparada a la de Marruecos que es más rojiza, daba lugar a fallos que sorprendían a muchos pilotos. Termina una edición que no sabe seguro donde correrá el próximo año, se habla de su vuelta a los orígenes. El norte de Africa parece volver a ser una zona estable para disputar esas ediciones de antaño.

 

Pasado ésto, cabe felicitar a los vencedores, el espectacular Toby Price que ha ganado gestionando su muñeca con escafoides rotos antes de empezar, tuvo que gestionar su carrera y la de sus rivales que iban cayendo por el camino, bien por físico o por el tema mecánico. Lo cierto que es que el australiano ha tenido suerte cuando la necesitaba, pero también estaba allí para encontrarla, sin duda alguna que ésta edición no la olvidará nunca, y le sabrá a gloria. Tuvo el detalle de ir a ver a su rival Pablo Quintanilla, el chileno se jugaba la victoria final, pero una terrible caída en el kilómetro 10 de ayer tumbó sus esperanzas. Toby tuvo el detalle de parar a ver cómo estaba su rival, un buen ápice de lo significa correr el Dakar. KTM copa el podio con sus motos, un pleno donde destavar también la undécima posición de Laia Sanz que corrió casi sin prepararse por culpa de varias enfermedades y a cada día se superaba, yendo de menos a más.

Toby Price.

 

Un equipo que aparte de ser eso, es también una familia, como demostraban en sus redes sociales. Un detalle que hace sumar a la estupenda estructura que KTM aporta al Dakar contando con victoria en las últimas 18 ediciones. El equipo de Honda es increíble, siempre está delante y cuenta con un buen material, los abandonos de sus primeras espadas les dejaron tocados, algo debe cambiar en la dinámica de éste grupo, son muy buenos, pero siempre se quedan parados a días de completar ese año redondo que les lleve a desbancar a los austríacos. Pilotos como Barreda, Brabec, Benavides y  Gonçalves están muy capacitados para poder ganar.

Equipo de Honda en el Dakar.

 

Por su parte Nasser al Attiyah logra su tercera corona, y es que el príncipe catarí ha llevado a su Toyota Hilux a ganar el Dakar frente a todos sus aspirantes. El hecho de ser un 4×4 con tanta duna a remarcado que los primeros coches no hayan sido los buggy, un coche pensado más para correr en pistas y no pasar las dunas con dos ruedas motrices, más dificultades cuando se quedaban atascados en esas hoyas o dunas cortadas que aparecían de repente.

 

El que Mini puso a los mandos sus buggy era envidiable, solo que el coche llegaba justo de rodaje al Dakar y han terminado pagándolo con creces. Destacar y mucho la labor de Nani Roma y Álex Haro, que su Mini si era 4×4, y han terminado segundos en una prueba muy exigente, más cuando Álex Haro ha terminado el rally con dos fisuras en sus costillas por la comprensión en una caída desde una duna. Un trabajo que sabe a victoria. Y a victoria le debe saber a Sebastian Loeb terminar tercero con un Peugeot 3008 de un equipo privado. Ganando la mitad de etapas, y solo por culpa de problemas mecánicos no ha podido estar más arriba. Salía siempre a fondo, y a veces es lo que te lleva a perder tiempo por arriesgar todo. Sea como fuere, el Dakar realizado por el piloto francés ha sido brillante, disputando la segunda plaza hasta la última etapa. El madrileño Carlos Sainz ya vimos que éste no fue su año, no pudo defender su título de campeón, pero en 2020 seguirá probando fortuna.

Nasser al Attiyah.

 

Aquí nos quedamos con ganas de más, con ver dónde se corre el año que viene y poder seguir contando sus etapas. Mejores esperemos para nuestros amigos Javi y Sara. 

 

@pelut66

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