Jeep Grand Cherokee 2.7 CRD. Qué gustirrinín da llevar batín.
diciembre 9, 2014Vienen las lluvias y con ello las chocolatadas en caminos y pistas, así que, qué mejor que poner a prueba un 4×4 para nuestra sección. En esta ocasión probamos el Jeep Grand Cherokee 2.7 CRD del año 2002 con 170.000 km.
Este coche tiene tantos amantes, como enemigos. Desde su antecesor con motor de culatines (castaña absoluta y ojo al comprar esos de segunda mano), pasando por los 3.1 TD hasta llegar Merecedes con su motor CRD y poner un poco de cordura al asunto, este 4×4 yankee nos aporta un poco de todo. Hasta averías comunes, que dentro de lo malo, nos viene bien conocer para así echar números en futuras reparaciones.
COMPORTAMIENTO
Su comportamiento en carretera es algo ruidoso, gastón y torpón (Aunque algunos probadores y expertos dicen que tiene un aplomo bárbaro. Extremos equivocados). Entra en las curvas con apoyos no especialmente consistentes debido a sus ligeros balanceos provocados por la suspensión blanda pensada para campo, medias (aconsejables) de no más de 140km/h y consumos sobre los 11 litros en carretera. En ciudad, obviamente, algo más. Hacen de él un coche perfecto para ir a buscar a tus hijos al fútbol y que los padres de los otro niños vean que tienes pasta por llevar un Jeep Grand Cherokee. Éste, junto a la Grand Voyager se han afianzado en el mercado pijo-clásico para crear ese look “potentón” y de marca. Lo bueno de este motor es que, cargado hasta arriba, familia, maletero y un Thüle va como si fuera vacío su 2.7 de 163 cv tiran bien y el cambio automático trabaja con comodidad sin ser demasiado brusco (primo hermano de los clase E y ML CDI) , para ser un 4×4 en esencia con una evolución del sistema Quadra Trac al Quadra Drive, este último conectable. Posteriormente se han ido refinando mucho más. En condiciones normales, la caja de transferencia Quadra-Trac II envía casi la totalidad de la tracción a las ruedas traseras. En el momento en el que éstas pierden adherencia, un embrague multidisco conecta las ruedas delanteras. El sistema distribuye la fuerza de forma tan rápida y suave que el conductor no percibe en el interior su funcionamiento, pero sí la eficacia en motricidad.
Aunque digan que el Jeed Grand Cherokee 2.7 CRD es una buena opción para carretera, desde nuestra revista aconsejamos que no sea así. Si queréis esta opción de coche es para aprovechar sus dotes de campo. Ya de serie (cambiando las ruedas por unas off road) va de maravilla y ya si quieres prepararlo, es un coche que permite muchas customizaciones. Lo ideal es tenerlo como segundo coche para aprovechar con la familia el fin de semana y sacarlo por carreteras secundarias y salidas al campo y pistas. Quizá en trialeras sin modificar, no es el candidato perfecto, pero en pistas, barro y desniveles… Como pez en el agua.
INTERIOR
Bueno, no hay mucho que decir. Americano, con lo que eso conlleva. Mandos y colores heredados, plásticos por todas partes y sobrio en detalles. Eso sí, unos asientos en los que solo te falta una copa de Brandy, un batín y una chimenea. Son asientos pensados para hacer millas y millas en carreteras yankees e ir cómodo, porque si no, no le encuentro sentido alguno a esos sofás. Igualmente en su hermana la Grand Voyager de la misma época.
Gran espacio delantero y trasero con un maletero muy, muy amplio que te permitirá meter todo lo que tengas en mente. No tendrás ningún problema. Incluso una bicicleta sin desmontar metida en diagonal y tumbada. Los asientos son abatibles modulares, así que, si por un casual queda corto el maletero o deseas introducir carga de gran altura, los asientos te lo pondrán fácil.
EXTERIOR
Recibe un cambio frente su antecesor. Se empiezan a utilizar lineas más redondeadas, tanto en los perfiles como en el frontal y ópticas. Desde su antecesor la evolución es notable, tanto, que a día de hoy parece y da imagen de no estar tan sumamente anticuado, de hecho esta versión recibe su nacimiento en el año 97-98 y hasta 2004 aproximadamente sigue la misma línea (con pequeñas modificaciones) que hacen que su envejecimiento no sea tan duro. Posterior a esta caja hay “solamente” 3 más.
OPINIÓN DE CAR and GAS
Cómo decíamos al comienzo del artículo. Un coche que en su día era noble, aburguesado y que te pide conducirlo con un batín y una pipa. Confort en la conducción pero no necesariamente en la marcha. Pensado 80% para el campo, aunque nos hayamos empeñado en comprarlo para ir a buscar a los niños al colegio.
Creo que aún falta mucho por mentalizar a los compradores de 4×4, que esos número no significan 16. Si no, algo más. Pero cada cual usa el coche para lo que considera necesario. En este caso, nuestro consejo es:
JEEP GRAND CHEROKEE = CAMPO
Menudos payasos. Donde este un jeep qe se quiten las demás chatarras
Gracias por leer el artículo Miguel! Solo un matiz a tu comentario: para payaso ya está Ronald McDonald o el de Micolor.
Saludos! Y a seguir leyendo CAR and GAS
Buen artículo. La pena es que no hayáis poder describir sus averías comunes.
Saludos
Mucha opinion,y poca relacion.e tenido el 2500vm,y ahora el 2700crd.y super contento en los dos.la gente cree que por ser un jeep se puede hacer lo que quiera con ellos,y lo que no entienden es que para hacer algo mas de lo que imaginan ,hay que gastar dinero en prepararlos.tened en cuenta que salen preparados para ciertas limitaciones,lo demas lo soñais vosotros el primero,lo vendi co mas de 300.000km.y jamas tuve ningun problema a pesar de haberlo tsometido a pruebas que ni os imaginais.pero hay gente que en vez de manos tienen pies