Prueba Renault Grand Scenic DCI 110
julio 5, 2017Diseño, equipamiento y funcionalidad son sus puntos fuertes
Esta semana os traemos la prueba de algo diferente a lo que acostumbramos ya que el protagonista de la prueba de hoy es un monovolumen, el nuevo Renault Grand Scenic.
El Renault Grand Scenic 2017 es uno de esos vehículos que no pasan desapercibidos allá por donde pase ya sea por su tamaño o bien por diseño y su fluidez en las líneas y es que el Grand Scenic es un vehículo que a pesar de su gran tamaño es verdaderamente bonito.
Parte de culpa de esta silueta tan estilizada se debe al hecho que continua con el acertadísimo diseño que la marcha del rombo comenzó a dibujar en el Clío hace unos años y siguió refinando hasta los modelos actuales.
Así que ya sabéis amigos, a todo aquel que a partir de ahora siga llamando al Grand Scenic furgoneta le vamos a mandar al rincón de pensar.
Es un vehículo destinado a familias que buscan un vehículo con el que poder viajar cómodamente, con mucho espacio interior, un gran maletero y un equipamiento de primer nivel sin renunciar al diseño.
Motor y comportamiento
En el apartado mecánico nuestra unidad montaba el 1.5 DCI de 110 CV que ya probamos en el Megane Sport Tourer , asociado a una caja cambios EDC de 7 velocidades de relación cerrada. Sinceramente nos da la sensación que los 110 cv cundían bastante más en el Megane que este Grand Scenic y es que los más de 1500Kg en vacío de este monovolumen y la resistencia mayor que ofrece se dejan notar.
No obstante, son suficientes para mover el conjunto con soltura ya que siendo realistas está pensado para viajar cómodamente y no para ir de semáforo en semáforo al estilo Vaquilla. Sí que es cierto que en alguna cuesta pronunciada teníamos tenía que bajar incluso 3 marchas para poder mantener los 120km/h de crucero.
Por otro lado, hay que hacer hincapié en el buen consumo que tiene este pequeño bloque. Tras más de 1000 km por autovías, autopistas y carreteras de montaña marcamos una media de unos 6,5 litros haciendo una conducción para nada suave y sin buscar hacer medias. Si bien, por autovías a 110 km/h mantenidos puedes bajar el consumo por debajo de 5 litros, algo excepcional para un vehículo de estas características. Hay que decir que el cambio EDC ayuda a gestionar de manera muy positiva los consumos.
En el aparatado de comportamiento destacamos un aplomo extraordinario. El tarado de las suspensiones hace que al interior llegue todo mitigado de tal manera que no notas casi ninguna irregularidad del asfalto. Es todo un devorador de kilómetros, sin más.
Otro aspecto destacable es su habilidad a la hora de circular por carreteras sinuosas. A pesar de lo que uno piense y teniendo en cuenta las limitaciones de un modelo de estas características, que nadie piense que es comparable a un Megane Trophy, tiene la virtud de enlazar curvas con mucha soltura y sin excesivos “cabeceos”. Se muestra bastante ágil y tiene una capacidad de frenada a la altura.
Interior y Exterior
¿Tienes familia numerosa, perro, suegra, sillas de bebé y piensas que necesitas un autocar para ti solo? Tranquilo, en Renault pensado en familias como la tuya y han hecho crecer el Grand Scenic en todas sus cotas para aumentar su habitabilidad y poder albergar casi todo lo que imagines en su interior y es que goza de un espacio enorme en cualquiera de sus plazas.
Todo está hecho pensando en el pasajero, desde unos asientos que comparten diseño con los del Megane Bose que probamos, aunque de mayor tamaño y más cómodos si cabe, hasta un rediseño total de la consola central pensando en aumentar la sensación de espacio interior. En ese aspecto ayuda el parabrisas y el techo de cristal panorámicos que permiten que entre luz directa en todas las plazas.
Una cosa que nos ha gustado muchísimo del Grand Scenic es la cantidad de compartimentos para guardar objetos repartidos por todo el habitáculo: desde bandejas debajo el asiento del conductor hasta cajones repartidos por el suelo. Nos ha parecido muy útil sobre todo si tienes hijos que te llenan el coche de trastos que luego no sabes dónde meterlos.
Por otro lado, y adentrándonos un poco más en análisis de los materiales afirmamos que gozan de un buen nivel de remate y acabado dando sensación de empaque y calidad. Para acentuar esta percepción han añadido una costura a lo largo del salpicadero y los paneles de las puertas en color blanco simulando un revestimiento en cuero.
Por otro lado, desde Renault se ha hecho un trabajo de rediseño en el salpicadero haciéndolo más ergonómico orientando todos los elementos y controles para facilitar su uso. Si bien, la ubicación del botón multisense y el freno de mano quedan un poco escondidos para el conductor al situarse junto a la palanca de cambios.
Por último, vamos a hablar del gran maletero que tiene: Con la segunda fila de asientos situada lo más adelante posible tiene nada más y nada menos que 866 litros, casi 550 litros si los situamos lo más retrasados posibles y si habilitamos las 2 plazas traseras se reducirá enormemente.
Si abatimos ambas filas el espacio que nos queda es sufuciente como para meter a un equipo de futbol sala dentro “Enorme”.
Exteriormente lo primero que te llama la atención son sus enormes llantas de 20″ que calza de serie con gomas 195/55 R20 y que le proporcionan un aspecto muy cañero, pero a la par elegante.
Una vez que dejas de mirarlas con cara de bobo y comienzas a analizar al resto del Grand Scenic observas que no hay absolutamente ni una arista, ni un pedazo de chapa más angular de la cuenta, todo encaja con una suavidad abrumadora ya sean los retrovisores, ópticas delanteras y traseras, modulas de las puertas… Da la sensación que está hecho de una sola pieza y eso significa horas de mucho curre en el departamento de diseño
Equipamiento
El nuevo Renault Grand Scenic se vende con un equipamiento de serie brutal. Si a eso le sumamos que nuestra unidad estaba equipada con el acabado Edition One, el más alto de gama, la lista elementos crece hasta hacerse casi interminable. Y para rizar el rizo, equipaba casi todos los packs disponibles: el pack City que incluye el asistente de aparcamiento y detector de angulo muerto, el pack safety que incluye el regulador de velocidad adaptativo, alerta de distancia de seguridad, head and display a color, etc.
Si todo esto te sabe a poco podemos seguir enumerando más elementos de seguridad como el sistema de frenada de emergencia asistida con detección de peatones que detendrá el vehículo si detecta un peatón y no reaccionamos, asistente de mantenimiento en carril activo que corregirá la trayectoria incluso si no ha habido reacción tras las señales acústicas y visuales.
Es cierto que todos estos sistemas y comparándolos con el Megane Sport Tourer nos dieron la impresión de que en la Scenic son más sensibles y bastante más precisos preeyendo movimientos con mucha mayor antelación. El regulador adaptativo reducía a una distancia mucho mayor incluso configurado al mínimo. Si bien el sistema de reconocimiento de señales, por ejemplo, es más avanzado que en el Megane.
Si dejamos a un lado los sistemas de seguridad y nos adentramos en el habitáculo del Grand Scenic encontramos con soluciones innovadoras, como por ejemplo una consola central deslizante, para facilitar la vida a bordo. Ofrece una modularidad excepcional ya que se pueden abatir todos los asientos, mover la segunda fila para proporcionar mayor espacio a la sexta y séptima plaza y todo ello controlable gracias al sistema One-Touch al que accedemos desde nuestra pantalla R-Link2: Con pulsar nuestra pantalla abatiremos las butacas que queramos. En el acabado Edition-One, el nuestro, también es posible abatirlos desde el maletero pulsando un botón.
Todo este equipamiento hace que dentro del Grand Scenic se respire un ambiente paz y tranquilidad ya sea por el elevado número de elementos orientados a mejorar el confort como por el hecho de saber que vas sobre un vehículo que cuenta con lo último en asistencias y sistemas de seguridad.
Opinión CAR and GAS
Estamos ante un vehículo interesantísmo para aquellas familias que busquen mucho espacio, tanto interior como de carga y que no quieran renunciar a un vehículo de líneas elegantes y que permita hacer viajes sin que el cansancio haga mella en ninguno de sus ocupantes. Es un devorador de kilómetros y su pequeño corazón de 110 cv diesel ayudará a que tu bolsillo no se resienta en exceso. Si que es cierto que en ocasiones se echan un poco en falta algún que otro CV por lo quizás la opción DCI 130 sea la más equilibrada.
Por los alrededor de 27000€, sin descuentos, que cuesta el Grand Scenic que probamos, creo que hay pocas opciones más en el mercado que tengan un nivel de equipamiento tan alto, con un diseño igual de rompedor y que además ofrezcan unas cotas de habitabilidad tan generosas.