Fallece Sandro Rocci. Emotiva despedida.
septiembre 19, 2017Seguramente muchos de los amantes del mundo del motor no sepan o recuerden quien es Sandro Rocci, pero quizá con datos como Ex presidente de la Real Federación de Automovilismo suene más. Pero Rocci hizo muchas más cosas. Como por ejemplo ser el ideólogo de la calzada reversible o el soterramiento de la M-30. Desde CAR and GAS y de mano del puño y letra de nuestro amigo Óscar Melchor le dedicamos estas emotivas líneas:
Querido profesor…
…qué fácil me has dejado el escribir sobre tu grandeza, y qué difícil me has dejado escribir sobre tu ausencia.
Ahora te puedo decir las dos cosas que nunca quise contarte. Una de ellas es ésta: ¿Sabes cuál ha sido siempre la primera palabra que me venía a la cabeza cada vez que pensaba en ti? ‘Grande’, y es que, leche, es que eres grande Sandro, muy grande.
A quien solo te ha conocido de vista pensará que hablo de volumen, de peso y espacio, algo que, por otro lado, ni podías ni pretendías disimular.
Y así es, pero solo en una pequeña parte.
Quien te conoció en persona pensará que, con seguridad, hablo de otro tema: Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Catedrático de la Universidad, Presidente de la Federación Española de Automovilismo, impulsor de circuitos de carreras permanentes (Jarama y Jerez), has publicados numerosos artículos y libros sobre temas profesionales, has presentado no sé cuántas ponencias en Congresos nacionales e internacionales, has sido director de importantes obras de carreteras (Calzada reversible de la A-VI, ideólogo, diseñador y constructor de la misma, como te gustaba aclarar con justo orgullo, soterramiento de la M-30, etc.), tecnólogo, consultor, investigador, profesor emérito… pero, sobre todo, profesor. O más certero aún: Maestro.
Y así es, pero solo en una pequeña parte.
Tú eres todo y yo nada y, sin embargo, te sentaste a mi lado, en el aula de profesores de la Escuela, y me escuchaste. Sí, me escuchaste. La mayor eminencia en ingeniería de tráfico de España prestando atención a un loco que te iba a contar no sé qué historia de las orugas procesionarias del pino. Hasta a mí me suena patético, ¿Cómo me atreví? ¿Tan caradura soy? Sandro, querido profesor, hay que ser muy, pero que muy grande, para tener la humildad de pensar que aún se puede aprender más.
Y así es, y sobre todo por esta gran parte pienso que eres grande, muy grande.
El que para mí seas siempre ‘mi querido profesor’ y yo, para ti, casi siempre haya sido ‘mi querido y pertinaz Óscar’ es algo de lo que más orgulloso estoy en mi vida, pero no es eso lo que me queda por confesarte.
Hoy estaba previsto que te lo dijera en el email que Dios sabía que nunca te debería de llegar. Esta vez el destino ha puesto un clavel al lado de la bala.
Nos vemos en tu siguiente clase, mi querido profesor.