Prueba Hyundai Tucson 2.0 CRDI 185 48V – Mild Hybrid

Hyundai Hyundai Tucson 2.0 CRDI 185 48V. Un diésel micro hibridizado con etiqueta medioambiental Eco.

Aprovechando que en los próximos meses saldrá al mercado una nueva generación del modelo, hemos estado en el pueblo madrileño de Chinchón grabando y “foteando” a la unidad Mild Hybrid de Hyundai Tucson. Esta unidad monta bajo el capó un motor de 2.000cc  y 185 caballos capaz de sorprender por la marcha que aporta esta combinación en el coreano.

Han pasado ya 15 años desde el año 2004 cuando apareció el Tucson de primera generación, aquel vehículo que compartía chasis con el Sportage ( eran casi calcos) y que ofrecía una gama mecánica escasa y unos acabados aceptables. Pues bien, el Tucson ha ido evolucionando y mejorando en todos los sentidos hasta llegar a ser el SUV que es hoy, un vehículo bien rematado, cargado de tecnología y con una amplia gama mecánica incluyendo motores micro hibridizados, como el que estamos probando.

Mecánica 2.0 CRDI 185 48V

La mecánica que hemos probado es el diésel más potente de la gama. El propulsor es un bloque 2 litros, 4 cilindros que rinde 185 CV a 4.000 rpm y 400 Nm de par a tan solo 1750 rpm. Va asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades, cuenta con tracción integral y equipa un diferencial denominado HTRAC que es capaz realizar un bloqueo para ofrecer un reparto de potencia equitativo entre ejes.

Es un motor muy elástico, que empuja mucho desde muy abajo del cuenta vueltas y lo hace de forma muy lineal, sin altibajos, al mismo tiempo que tiene la capacidad de recuperar enérgicamente, pero en realidad es un poco efecto “turbo”. La curva y patada que arrea el Tucson cuando el turbo comienza a soplar hace que el conductor tenga la sensación de acelerar más rápido de lo que realmente es capaz y es que sus prestaciones reales de este 2.0 CRDI de 185 CV son: 0-100 Km/h en 9,5 seg y 200Km/h de máxima, cifras que, aunque mejoran en todo al resto de mecánicas CRDI,  en la práctica no distan en exceso.

Otro punto del que tenemos que hablar es el consumo. Si bien, estamos acostumbrados a ver cómo los modelos SUV obtienes cifras de consumo entorno a litro y medio, dos litros por encima sus equivalentes compactos o berlinas.

Hemos obtenido una media de algo más de ocho litros a los cien. Si bien estamos hablando de una mecánica de más de 180 cv, tracción integral, cambio automático que ha de mover 1600 Kg de peso, por lo que lo que, a priori, pueda parecer llamativo, para nosotros no lo es tanto. Aquí se nota el trabajo del sistema Mild Hybrid.

Sistema Mild Hybrid

Mild Hybrid es una tecnología con sistema de 48 voltios semi híbrida que permite que este Tucson puede obtener la tan deseada etiqueta medioambiental con denominación ECO y tan demandada en algunas ciudades con tráfico restringido a algunos vehículos.

El sistema recupera la energía para recargar la batería durante las frenadas y desaceleraciones y lo utiliza en aceleraciones o momentos en los que requiera un plus extra. Con esto se reduce el consumo y emisiones en un 7% ( según la marca). Lo cierto es que cara al conductor, el sistema es transparente. No notamos nada diferente, como si podemos notar en las frenadas de algunos PHEV.

En marcha

El Tucson se ha mostrado durante toda la prueba como un devora kilómetros. Está bastante bien aislado acústicamente y eso que exteriormente, la rumorosidad del motor no es uno de sus puntos fuertes. El tarado de la suspensión es firme, pero para nada incómodo, eso sí, comparándolo con el ix35 que probamos hace años, el Tucson es mucho más firme. No cabecea en exceso, algo típico de este tipo de vehículos.

Si decidimos salir del asfalto y adentrarnos en caminos para aprovechar las virtudes de la tracción HTRAC, debemos saber que no se desenvuelve para nada mal. La tracción nos va a permitir salir airosos de situaciones en la que el agarre no sea el ideal y  la altura libre al suelo es otra baza que juega a su favor, pero las llantas de 19” y los neumáticos que gasta no van ayudar mucho.

Por otro lado, y sabiendo que la ciudad  no es su hábitat natural, tenemos que decir a favor del Tucson que no se muestra para nada torpón, es más, tiene una dirección que en ciudad es bastante asistida y facilita las maniobras a baja velocidad, además, al contar con un amplio abanico de ayudas y asistentes, no tendrás problemas para realizar maniobras delicadas. A fin de cuentas, en muchas ocasiones hoy en día se utilizan los SUV para hacer mayoritariamente trayectos urbanos.

Interior y Equipamiento

Con el restyling, el Tucson ha ganado en presencia y  a primera vista ofrece al pasajero una sensación de estar mejor rematado.  Ha mejorado en la calidad componentes y ajustes y, el nuevo diseño con la pantalla flotante, aparte de alinear al Tucson en diseño con el resto modelos, mejora la ergonomía dando mayor de sensación de amplitud puesto que deja el salpicadero algo más limpio que en el pre restyling.

Tal y como nos pasó con el i30 N, este Hyundai nos transmite sensación de robustez a pesar de que predominan los plásticos por todo el interior. Eso sí, como hemos dicho, el tacto es agradable y no se aprecia desajuste entre la unión de piezas. Solamente podemos criticar algunos plásticos utilizados en las partes más bajas del salpicadero o puertas, algo más descuidados que el resto, pero, en general, el paquete es bueno.

Por otro lado, con el acabado Style, que es el que hemos probado, el Tucson viene con un cargamento tecnológico y equipamiento de primer nivel. Desde unos asientos tapizados en cuero granate micro perforado y calefactados, pasando por techo solar, cámara de visión trasera, sistemas de alerta de cambio de carril, detector de ángulos muertos, llantas de 19, navegador y una larga lista de extras que no voy a nombrar puesto que podéis consultarlos directamente en la página de Hyundai.

Opinión CAR and GAS

En definitiva, tras una semana de pruebas con el Hyundai Tucson hemos entendido porqué es uno de los súper ventas del segmento. No es que destaque llamativamente sobre sus rivales en un aspecto concreto, sino que muestra un equilibrio bastante bueno en todos los sentidos y es precisamente eso lo que hace que sea un producto muy bueno.

Es espacioso, está bien rematado y va muy bien. Tiene un maletero muy capaz y estéticamente es atractivo. El “pero” se lo tenemos que poner al precio. Como hemos dicho,  el precio de esta motorización y acabado se dispara un pelín. Pensamos que ese plus de prestaciones no termina de justificar esa diferencia de precio tan acusada respecto la siguiente motorización CRDI (1.6 CRDI 136 CV). Si aun así te interesa tener bajó el capó el bloque 2.0 CRDI 185 CV 48 V,  tienes la opción de bajar un pelín el precio final en alrededor de unos 1000€ eligiendo el acabado Tecno, que es el seguidamente inferior al Style, y seguirás teniendo un equipamiento más que suficiente. A nuestro juicio, esos 1000€ más que cuesta el acabado Style están más que justificados así que iríamos a por él.

Haciendo un balance general, el Tucson 48V se presenta con un SUV de lo más equilibrado, que cuenta con 5 años de garantía y, algo muy importante si te mueves por las grande urbes, goza de etiqueta medioambiental ECO, algo que te permitirá circular con tu vehículos en días especialmente sensibles.

A Destacar

• Mejora en los materiales utilizados. Aunque abunda el plástico es muy agradable al tacto y está bien ajustado.
• Equipamiento tecnológico.
• Habitabilidad y capacidad de carga.

A Mejorar

• Precio. Hay que pensarse mucho si realmente se justifican los 7000€ de diferencia con respecto al CRDI 136CV
• Consumo. A pesar de no parecernos descabellado, dista bastante de las cifras anunciadas.
• Prestaciones correctas. Los 50 CV que aporta este bloque respecto al 136CV no se aprecian.
• No hay opción de levas al volante.

 

Galería Fotos Hyundai Tucson 2.0 CRDI 4×4 185 48V 8AT